1926 : Faust
Eine deutsche Volkssage
En 1926, Murnau era ya una figura destacada del expresionismo alemán tras el éxito de Nosferatu (1922) y Der Letzte Mann (El último,1924). Fausto supuso su última producción en Alemania antes de marcharse a Hollywood invitado por la Fox. Era su proyecto más ambicioso en cuanto a recursos visuales y técnicos, una superproducción que cerraba su etapa alemana con una obra de enorme fuerza simbólica, visual y narrativa.
Fausto
La película "reinterpreta libremente" la leyenda de Fausto. Decimos "libre" porque, además de la obra de Goethe (1749-1832), también son patentes otras influencias como la novela La trágica historia del doctor Fausto (The Tragical History of the Life and Death of Doctor Faustus, 1604) de escritor inglés Christopher Marlowe (1564-1596) o el propio folclore alemán, ya que el subtítulo "Eine deutsche Volkssage" alude a una leyenda popular alemana.
El argumento
El protagonista (Gösta Ekman), es un sabio filósofo y pensador anciano que, en su desesperación por salvar a su pueblo de la peste, sucumbe a la tentación y hace un pacto con el diablo, Mefisto (Emil Jannings). A cambio de su alma, Fausto recupera la juventud, recibe la vida eterna y poderes sobrenaturales. Tras un período de placeres, lujuria y descontrol, se enamora de la inocente Gretchen (Camilla Horn), lo que desencadenará una tragedia...
Técnica
Fausto es considerada una obra maestra del cine mudo y cumbre técnica del expresionismo por el innovador uso de superposiciones que realzan la presencia demoníaca y los poderes mágicos. La iluminación expresionista, con contrastes de luces y sombras, refuerzan la dualidad moral de la historia.
Es admirable la utilización maquetas y por supuesto, la escenografía utilizada para recrear escenarios medievales con un detalle exquisito. También podemos apreciar el uso magistral de cámara móvil y efectos "especiales" como niebla artificial, múltiples exposiciones y otros trucos ópticos que serían imitados y aplicados posteriormente en otras películas.
Repercusión
Fausto es una obra de transición entre el expresionismo puro y el cine poético que Murnau desarrollaría en Hollywood, justo después de finalizar el rodaje de esta cinta. Aunque es cierto que no tuvo tanto impacto comercial como otros títulos, su influencia estética es innegable. Sirvió de modelo visual para películas de fantasía y terror, y su concepción de lo sobrenatural ha sido citada por directores como Bergman o Tarkovsky.
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